Una leve llovizna nocturna hizo que los iluminados que organizan la liga que hoy estamos jugando suspendieran los partidos de la semana... no tardó en reaccionar la locura por un fulbito y se organizó enseguida un caletero-decadente. Arrancamos a duras penas con diez hombres, pero completamos al rato los 14 y después cayeron algunos más... una hora y pico de fútbol tranquilo sin sobresaltos y con muuuyyy pocos goles.
Sirvió para sacarse las ganas, divertirse un rato y volver a un decadente de sábado por la tarde.
Despreciable la actitud de los porroneros de siempre que no largaron por una hora el vaso para sumar gente y divertirse con nosotros (no doy nombres porque se caen de maduros). Aplaudimos la actitud de Palete en cambio, que fue, dejó al paletito y se cambió con sus tamangos nuevos (esos para golf) y volvió a sumar su paso por la cancha; y la del ancho que largó la siesta y llegó como un rayo.
Brindo por el fútbol.
